我々の祈り、日本に届きますように。
NUESTRAS ORACIONES PARA JAPON
TODOS CON LORCA

martes, 3 de mayo de 2011

CANTANDO BAJO LA LLUVIA

 


CRONICA DE LA XIII EDICION DE LA CICLORUTA INTERNACIONAL GRAN FONDO SERRANIA DE RONDA “LA SUFRIDA”, 30 DE ABRIL 2011, ARRIATE.

Cuatro meses entrenando, cuatro meses a dieta, 3.500 km. recorridos, 159 horas de entreno, 100.000 calorías consumidas, 41.000m. de desnivel acumulados, y 18 kilogramos de grasa perdidos, no se iban a quedar en saco roto porque había llovido, estaba lloviendo, e iba a seguir lloviendo.
“Justo, por los pelos”, le comente a mi compañero Juan Luis cuando a las 08:45 entramos en el cajón de salida. En Arriate nos citamos los siguientes compañeros de CC Ferroviario de Málaga; Eduardo Ramírez, José Manuel Cuevas, Manolo Medina, Eduardo Pascual y yo. Día muy feo, las previsiones así lo anunciaban, y se iban a cumplir, no sé cuantos valientes nos encontrábamos para tomar la salida, pero seguro que la mitad de los que estaban inscritos, saludamos a compañeros de otros clubs, y gente de otros años, y otras pruebas, que como nosotros estamos enganchados a este mundo. 

Con 20 minutos de retraso suena el cohete que da la salida a la prueba, comienza a chispear, 15 minutos y estamos en Ronda, la circunvalamos y cruzamos la ciudad desde la carretera de San Pedro en dirección a la de Sevilla, a la salida de la capital de tajo empieza a llover, mas, mas, mas, nos cae un tremendo aguacero que hace que la mitad de los ciclistas que habían tomado la salida se diesen la vuelta. No nos achicamos y después de un tramo favorable ascendemos el primer puerto de la jornada, (Montejaque 700m.), pasado Montecorto salimos de la carretera de Sevilla, y bordeando el embalse de Zahara llegamos a esta localidad, y comenzamos el ascenso al puerto de Las Palomas, (1157m.), había dejado de llover y nos guardamos en el bolsillo el chubasquero, pero a mediación de puerto tuvimos que volver a ponérnoslo pues otra vez empezó a llover, en menos de una hora coronamos puerto, hacia mucho frio, viento y lluvia, vaso de caldito templado facilitado por los maravillosos voluntarios que jalonan esta prueba, comemos, llenamos bidones, y con muchísima precaución emprendemos el descenso. 

En el punto de dislocación me llevo una sorpresa, disgusto, y enfado, (y menos mal que no hice caso), que conste que ha sido la única vez que no hago caso y sigo las indicaciones de la organización, pero un voluntario iba avisando, “ a la derecha la larga, a la izquierda la corta”, y 30 metros más abajo escucho “fuera de tiempo, todo el mundo hacia el recorrido de la corta”, pero sin hacer caso Juan Luis y yo giramos a la derecha y sin que nadie nos dijera nada seguimos el recorrido largo, “vamos los últimos”, me dijo mi compañero, y le dije que no me importaba que lo que quería era acabar. Dos kilómetros de subida y coronamos el Puerto de El Boyar, (1103m.). 

La bajada hacia la población de El Bosque estaba francamente peligrosa, llovía, hacia frio, y las nubes bajas no dejaban más de 10 metros de visibilidad. De El Bosque a Ubrique nos daba el viento de cara, pero a relevos, y con un par de corredores que alcanzamos en el descenso, recorrimos la distancia en un terreno bastante rompepiernas, con constantes repechones. Nuevo avituallamiento donde reponemos fuerzas y emprendemos camino hacia las dos siguientes dificultades que se presentan encadenadas, el Mojon de la Vivora, (600m.), y Peñon del Berrueco, (720m.), no tienen grandes porcentajes pero son constate y te van dejando mella en las piernas, ni que decir tiene que nos sigue lloviendo, y no es hasta llegar a Cortes de la Frontera donde nos dejo de llover. Avituallamos de nuevo y nos mandan para la carretera de Montejaque, yo sabía que por ese camino no era, pues en el reconocimiento que hice hace un mes, se bajaba a la Cañada del Real tesoro, y se subía el puerto del espino, pero una señora en la carretera nos dijo que por allí habían pasado muchos ciclistas, y luego un voluntario en la estación de Jimera de Libar, nos dijo que nos habían desviado porque el espino estaba muy mal y había desprendimientos. 

Calculamos por encima y no nos equivocamos nada, que nos habían quitado 30km. de recorrido y dos puertos, El Espino, (830m.), y Benadalid (829m.), incluyendo el peligroso descenso de Jimera de Libar. El Puerto de La Pileta, (694m.), tiene rampa bastante duras en sus 5km. aproximados de ascenso, y tengo que reseñar que nos había dejado de llover, y parecía que el día estaba mejorando, (como así fue).

Descenso corto hacia la estación de Benaojan, y de nuevo emprendemos otra subida pasando por la población de Montejaque hacia el puerto de La Calerilla (780m.), pasando por las duras rampas que hay a la altura del Hundidero. En este punto el día nos obsequio con unos tenues rayos de sol, que nos premiaban el esfuerzo realizado. Llegamos al último avituallamiento, de nuevo reponemos fuerzas para afrontar los 19kms. que nos quedan a meta. 

Primera zona favorable y a relevos nos plantamos a la última subida de la jornada, la circunvalación norte de Ronda, coronamos y descenso a Arriate, cruzamos meta, sellamos pasaporte, me abrazo y reconozco a mis amigos de “Los Ultimos Susmurais”, y “Pretorianos de Tomares”, que como cada año nos regalan su simpatía, cariño y buen hacer como voluntarios, no solo en meta sino durante todo el recorrido. 

Lo primero reponer fuerzas, platazo de macarrones, caldito calentito, cervecita, y manzana. Lo segundo recoger los recuerdos, a destacar la medalla, muy chula este año, un piñón con una plaquita con la prueba y tu nombre. Lo tercero quitarnos toda la ropa mojada y cambiarnos. Comentamos incidencias con todos los presentes, hacemos recuento de incidentes, y todos estamos sanos y salvos. 

Hablando con la organización nos confirman lo mal que estaba la zona que desde El Espino a Atajate había habido desprendimientos, barro en la calzada, y muy baja visibilidad. Un fallo en el cronometraje nos ha impedido saber el tiempo invertido en la prueba, pero por mis cálculos estimo que sobre las 8 horas y cuarto, algo que no es importante, pues como ya he comentado, el simple hecho de realizarla ya era una proeza. 
A diferencia de los famosos 300 Espartanos que fueron al desfiladero de las Thermophilas a impedir el avance del ejercito Persa, y perecieron después de infringir el mayor de los castigo a tan poderosas hordas, nosotros salimos triunfantes de combatir al terreno y a los elementos.

Ya solo queda como siempre agradecer a la familia, a los compañeros, y a los amigos, la inestimable ayuda, comprensión y colaboración. Citando a José Ortega y Gasset, “Yo soy yo y mi circunstancia”.
Lo próximo mas inminente la cicloruta de los Pirineos del sur que se celebran en alfarnate el día 14 de Mayo, y que pienso tomármela a modo de disfrute y de homenaje a mi temporada, después de esto, parón competitivo y a disfrutar todos los fines de semana de las rutas con mi club, donde ya podré parar en los desayunos con mis compañeros, y poder hacer algún que otro CDR, (Cervecita Después de Recorrido).